
109 • Constelaciones nº 12, 2024. ISSN: 2340-177X
[see note 9] and its aseptic and industrialised approach. All this is consistent with cremation, which was gradually intro-
duced as another service in the funeral parlour from the 80s onwards. An industrial process, which depends on specialised
machines to be carried out, and which transforms the body, heavy and smelly, into smoke and dust. From now on when
talking about funeral parlours, we will assume that they are also crematoria.
e situation of crematoria in Spain is regulated by regional authorities, with slight variations depending on their location
within the country. In general, regulations require crematoria to be located in cemeteries or inside funeral parlours, and they
must be between 50 and 300 metres away from homes or places where people usually spend their time, although sometimes we
may have visuals of common establishments, such as fast-food restaurants or supermarkets. (Fig. 1) All of them try to comply
with the guidelines established in the consensus guide for mortuary hygiene in Spain. (14) It establishes a preference for the
location of crematoria on land classied as industrial use, which usually ensures a considerable distance from residential areas.
On the other hand, we must not forget that the funeral parlour, representative of today’s funerary architecture, is an asset within
a company in the business of death. e industrial estate is also an economic incentive. e building costs per square metre on
industrial land is much lower than on urban land. In addition, the regional urban planning regulations make it easier to install
a crematorium here, where there is no need for a special urban plan for its construction, as is the case with other land uses.
Moreover, the funeral parlour is not a superuous service but a necessary one. e business does not require visibility,
as a regular shop might, and therefore its success does not depend on its location. In fact, in the vast majority of towns,
dad; el tabú de este hito vital, [ver nota 9] y su gestión aséptica e industrializada.
Todo ello es consistente con la cremación, que se introduce poco a poco como
un servicio más en el tanatorio a partir de los años 80. Un proceso industrial,
que depende de máquinas especializadas para realizarse, y que transforma el
cuerpo, pesado y oloroso, en humo y polvo. En adelante, cuando hablemos de
tanatorios, daremos por hecho que estos son también crematorios.
La situación de los hornos crematorios en España se regula de manera auto-
nómica, con pequeñas variaciones según dónde nos encontremos. En general,
las normativas requieren que el crematorio se encuentre en el cementerio o
en el interior de un tanatorio, y las distancias a viviendas o lugares de perma-
nencia habitual oscilan entre los 50 y los 300 metros, aunque en ocasiones
tengamos visuales de negocios habituales; restaurantes de comida rápida o su-
permercados. (Fig. 1) Todas tratan de cumplir con lo establecido en la guía de
consenso sobre sanidad mortuoria en España, (14) que establece como pre-
ferencia la ubicación de hornos crematorios en suelos de clasicación indus-
trial, lo que suele asegurar una distancia considerable a zonas residenciales.
Por otro lado, no debemos olvidar que el tanatorio, representante de la ar-
quitectura funeraria actual, es un activo dentro de una empresa dedicada al
negocio de la muerte. El polígono supone además un incentivo económico;
el valor del metro cuadrado edicable en suelo industrial es mucho menor
que en suelo urbano, y las normativas urbanísticas autonómicas ponen más
facilidades para la instalación de un horno crematorio aquí, donde no hay
necesidad de realizar un plan especial para su construcción, como sucede
en otros usos de suelo.
Además, el tanatorio ofrece un servicio público y necesario. El negocio no
requiere de visibilidad, como lo podría precisar un comercio habitual y, por
tanto, su éxito no depende de su ubicación. De hecho, en la gran mayoría
de poblaciones, donde tan solo opera una empresa funeraria y no hay com-
petencia, la calidad de su arquitectura tampoco es un valor diferencial en el
éxito de la compañía. (Fig. 2)
Fig. 2. Tanatorio Crematorio La Costera,
Comunidad Valenciana. Imágenes del exterior
e interior propiedad de la Empresa Funeraria
Tanatorio la Costera.
Pía Mendaro Larramendi. Celebrando la muerte en el polígono industrial. Celebrating death at an industrial park. 105-121 pp.
DOI: https://doi.org/10.31921/constelaciones.n12a4