Prensa cultural en España. Los usos del Patrimonio CulturalCultural Press in Spain. The uses of Cultural Heritage doxa.comunicación | nº 35, pp. 281-309 | 281julio-diciembre de 2022ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978Cómo citar este artículo: Longhi-Heredia, S. A. Morillas-Alcázar, J. M. y Hernando-Gómez, A. (2022). Prensa cultural en España. Los usos del Patrimonio Cultural. Doxa Comunicación, 35, pp. 281-309.https://doi.org/10.31921/doxacom.n35a1631Sebastián Alberto Longhi-Heredia. Doctorando en el Programa Interuniversitario en Comunicación (Universidades de Sevilla, Málaga, Huelva y Cádiz). Máster en Patrimonio Histórico y Natural (UHU) y M2 Médias Cultures (Universi-dad Paris 8, Francia). Licenciado en Comunicación Social (UNC, Argentina). Es miembro del grupo de investigación Patrimonio y Artes Visuales en Europa y América (HUM068). Investiga cuestiones patrimoniales vinculadas a la comu-nicación.Universidad de Huelva, España[email protected]ORCID: 0000-0001-8438-562XJosé María Morillas-Alcázar. Catedrático de Historia del Arte en la Universidad de Huelva con 5 sexenios de investiga-ción. Es IP/PI del Grupo de Investigación «Patrimonio y Artes Visuales LAB» (HUM-068) y coordinador de la línea de Pa-trimonio en el Programa Ocial interuniversitario de Doctorado en Patrimonio Histórico y Cultural de las universidades de Huelva, Córdoba, Jaén y Extremadura. Es miembro del Comité de Dirección y coordinador de la Red de Expertos del Campus Internacional de Excelencia en Patrimonio Cultural y Natural de las diez universidades públicas de Andalucía.Universidad de Huelva, España[email protected]ORCID: 0000-0002-2717-7696Ángel Hernando-Gómez. Doctor en Psicología por la Universidad de Huelva, y Profesor Titular de dicha universidad. Editor Asociado de la revista Comunicar. Miembro del Grupo de Investigación «AGORA». Líneas de investigación: pre-vención de la violencia en las relaciones de pareja, la promoción del desarrollo positivo adolescente y la educomunica-ción. En esas líneas, ha dirigido diversas investigaciones, Tesis doctorales y programas de intervención.Universidad de Huelva, España[email protected]ORCID: 0000-0002-6414-5415Resumen:Los periódicos digitales actúan en un contexto interconectado y frag-mentado produciendo y difundiendo representaciones sociales que interactúan en la comunidad. Su espacio de acción virtual (la página web) se ha visto supeditada a la injerencia de las redes sociales. Los Abstract:Digital newspapers act in an interconnected and fragmented context, producing and disseminating social representations in the virtual community. Its virtual action space (the website) has evolved with the rise of social networks. Journalists in this scenario have generated Recibido: 12/03/2022 - Aceptado: 31/05/2022 / En edición: 14/06/2022 - Publicado: 01/07/2022Received: 12/03/2022 - Accepted: 31/05/2022 - Early access: 14/06/2022 - Published: 01/07/2022

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282 | nº 35, pp. 281-309 | julio-diciembre de 2022Prensa cultural en España. Los usos del Patrimonio CulturalISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978doxa.comunicación1. IntroducciónLos medios de comunicación deben de ser entendidos como organismos productores de signicados sociales que recrean ima-ginarios sociales instituyentes (Castoriadis, 2007). Según Rodríguez-Pastoriza (2006) es cuando “se celebra una conmemoración histórica cultural de interés [cuando existe] la necesidad de trasladar a los lectores los elementos informativos imprescindibles para que se valore su especial trascendencia” (p. 141). En el contexto tales representaciones se ven determinadas por la propia política de las agendas de los medios, quienes mayoritariamente se alejan de las cuestiones culturales y patrimoniales (Barei, 1999; Compte-Pujol, 2016; González-Sánchez, 2011; Sánchez-Castillo, 2005; Longhi-Heredia & Quezada-Tello, 2021). El trata-miento reducido de la actualidad es abordado de manera trivial, monótona y con una extensión breve, presentándose la in-formación patrimonial de manera supercial y difundiendo un concepto de patrimonio cultural y natural asociado al carácter internacional dado por las numerosas convecciones, cartas y legislaciones de organismos internacionales (Longhi-Heredia et al., 2022). La agenda mediática caracterizada por McCombs y Shaw queda supeditada a la importancia y al énfasis que se les da a los temas seleccionados por los medios (McCombs, 1996) representándose ciertas nociones de patrimonio en detrimentos de otras.En este sentido, la construcción de las representaciones son una categoría viva que construye, cristaliza y (re)transmite signica-dos sociales a través de imaginarios y representaciones colectivas, los cuales se ven reejados en los discursos de cada época en una amplia variedad de formatos, sometiendo a la cultura, e incluso al patrimonio a paradigmas de acción con las teorías de la comunicación y la lógica de los mass-media, para nalmente reproducir nuevas representaciones culturales y crear estereotipos identitarios culturales. Frente a este panorama los objetivos del trabajo son: 1) Comprender cuáles son los usos en torno a la difusión del Patrimonio Cultural en los periódicos digitales más inuyentes de España durante tres temporalidades en 2020. 2) periodistas en este escenario han generado una nueva capacidad de interacción permitiendo a la audiencia crear una dialéctica comuni-cativa. El artículo analiza el accionar de la prensa cultural referente al patrimonio cultural en los tres periódicos digitales más inuyentes en España durante tres períodos de tiempo (junio, septiembre y no-viembre de 2020). Un análisis más detallado sobre uno de estos perio-dos (septiembre) compara el grado de compromiso e interacción en Instagram y Twitter. La investigación mixta, anclada en el análisis de contenido textual y visual de las piezas periodísticas, unida al uso de la estadística descriptiva de las redes sociales ayudó a advertir cómo las tipologías patrimoniales de la UNESCO estuvieron presentes en la sección cultura, así como los criterios geográcos y temáticos relacio-nados con el patrimonio. El Patrimonio de la Humanidad resultó ser el más noticiable mientras que el Inmaterial el menos. Los niveles de compromiso e interacción demostraron interés e implicación de la au-diencia en los post referentes al patrimonio. Palabras claves:Periodismo cultural; patrimonio cultural; redes sociales; representa-ciones sociales; sección cultura.a new capacity for interaction, allowing the audience to create a communicative dialectic. e article analyzes the actions of the cultural press in matters of cultural heritage, focusing on the three most inuential digital newspapers in Spain during the months of June, September, and November 2020. Further analysis on one of these time periods (September) compares the degree of engagement and interaction on Instagram and Twitter across the digital newspapers. A study using a mixed-methods research design was carried out anchored in the analysis of the textual and visual content of publications posted on the web, together with the use of descriptive statistics involving the indicators for the two social networks. e results showed that UNESCO heritage typologies were present in the culture section of the media agenda, as well as geographic and thematic indicators related to heritage. World Heritage was the most newsworthy while Intangible Heritage the least. e levels of engagement and interaction showed interest and involvement in heritage-related posts.Keywords:Cultural journalism; cultural heritage; social networks; social representations; cultural section.
doxa.comunicación | nº 35, pp. 281-309 | julio-diciembre de 2022Sebastián Alberto Longhi-Heredia, José María Morillas-Alcázar y Ángel Hernando-GómezISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978283Relevar el grado de engagement (compromiso) y comportamiento de la audiencia de las cuentas ociales de dichos periódicos en Twitter e Instagram en una de las tres temporalidades. Las teorías de la comunicación, los estudios del periodismo cultural del al Patrimonio Cultural sustentaron el presente estudio, en un escenario marcado por la injerencia de la pandemia de coronavirus en España.1.1. Patrimonio, periodismo cultural y CulturaEl periodismo ha sido asociado en los estudios epistemológicos y de las Ciencias de la Comunicación a la construcción de ima-ginarios o representaciones sociales (Berger et al., 1968; Castoriadis, 2007; Leyton-Rivas, 2007) que se reproducen y difunden a escala masiva en la sociedad. La prensa cultural no escapó a tal realidad. Es menester entonces comprender que se entiende por Patrimonio Cultural, periodismo cultural y Cultura para continuar con el estudio.El término Patrimonio Cultural implica un gran número de acepciones pese a la parcelación del campo de estudios y numerosas adjetivaciones asociadas a su ámbito de injerencia. Comenzando con una fuerte impronta monumental, hoy forma parte de un universo más amplio, denido como una construcción social y “representativo de la diversidad cultural y, por tanto, participati-vo” (Durán-Salado & Carrera-Díaz, 2017:299). Su referente más democrático así como su accesibilidad se construyó de la mano de instituciones como la UNESCO, el Consejo Internacional de Museos (ICOM) o el Centro Internacional de Estudios para la Conservación y la Restauración de los Bienes Culturales (ICCROM). La UNESCO se impuso como la institución referente en este campo, quedando caduca la concepción monumentalista y mercantilista de 1972 y asociándolos a tópicos culturales y naturales de valor excepcional. Como lo indican Carrasco-Campos & Saperas-Lapiedra, (2012) surge así el nuevo arquetipo cultural, viven-ciándose el boom del patrimonio (Ballart, 1997). La llegada de la cultura de masas y del audiovisual, así como la importancia de la inmaterialidad ayudaron a entender la nueva noción de Patrimonio Cultural que se inclina hacia una concepción labelizada ge-nerando “desde el ámbito del marketing estrategias digitales creadas para uniformar criterios de comunicación” (Castillo-Abdul & Longhi-Heredia, 2022). Nociones como Patrimonio Cultural, Patrimonio Mundial, Patrimonio Natural y Patrimonio Inmaterial son explotadas tras este progreso en el derecho internacional.El periodismo cultural por su esencia se enmarca en el periodismo especializado. Tubau, (1982) lo dene como la manera de conocer y difundir los productos culturales de una sociedad a través de los medios de comunicación masivos; construyendo y de-construyendo lo imaginario simbólico según Delponti-Macchione & Pestano-Rodríguez (2012). Chacón-Gutiérrez & Gar-cía-Jiménez (2001) incluyen dentro de sus funciones “la crítica y la divulgación de las distintas manifestaciones artísticas que abarca” (p. 51), aunque la tendencia indique su aproximación a un periodismo más generalista (Rodríguez-Pastoriza, 2006), obedeciendo a las inferencias del mercado (Bello et al., 1994) y cayendo en lo que Cruz & Rosero (2012) dene como el “unifuen-tismo, el silenciamiento de temas y la ausencia de agenda” (p. 183).Su marcada relación con el concepto de cultura se relaciona con una noción ambigua en el campo (Rodríguez-Pastoriza, 2006; Rivera, 1995). Las primeras clasicaciones de la especialización cultural estuvieron supeditadas a la propia noción de ‘Cultura’. La mayor discusión en el campo se asoció a la injerencia del espectáculo o de la farándula (Zambrano-Morales & Villalobos-Finol, 2010). Rodríguez-Pastoriza, (2006) y Rivera (1995), dos clásicos en el área de estudio, postulaban tal división al identicar las ideas provenientes de ‘la alta cultura’ (las bellas artes, la literatura, la música clásica, entre otras) que formaban parte de la sección ‘Cultu-
284 | nº 35, pp. 281-309 | julio-diciembre de 2022Prensa cultural en España. Los usos del Patrimonio CulturalISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978doxa.comunicaciónra’; al tiempo que todas las expresiones de ‘la cultura popular’, asociadas por ejemplo al folclor o a la artesanía que se emplazaban a otras secciones, como ‘Sociedad’ o ‘Espectáculo’. Con el tiempo, la cultura se pensó como un recurso económico y social: “la agenda que proponen los periódicos (…) se circunscribe a la noción de evento cultural: creadores y productores que ofertan y clientes que consumen; la cultura entendida como escenario, butaca y ticket para la buena vida” (Rubiano, 2006:146). La dialéctica descrita evo-luciona en el trabajo de Valle (2014) para quien el periodismo ha avanzado convirtiéndose en contenido multicultural. Este artículo no se centrará en los orígenes del periodismo cultural ya que numerosos trabajos lo han hecho (Barei, 1999; Jura-do-Martín, 2019; Martínez, 2018; Rivera, 2018; Rodríguez-Pastoriza, 2006, 2021; Villa, 1998, 2000; Zambrano-Morales & Villa-lobos-Finol, 2010). Sin embargo se tendrá en cuenta la realidad cambiante, asociada al avance de internet y a la evolución del término y la especicidad contextual condicionada a la realidad social marcada por la injerencia del Covid-19, situación que implicó condicionamientos al momento de comunicar contenido cultural, como la prevalencia de actividades relacionadas con el Patrimonio Natural en espacios al aire libre (Longhi-Heredia & Marcotte, 2021).Esbozar una explicación de este fenómeno continúa siendo complicado ya que el campo cultural “no es uniforme ni en el conte-nido, ni en su aspecto formal, ni en la naturaleza de sus públicos” (Villa, 2000:8). La literatura cuenta con innumerables denicio-nes respecto a la cultura y a los periodistas culturales: “periodistas de arte, periodistas culturales, críticos y periodistas de estilo de vida” (Hovden & Kristensen, 2018:690). Según Riegert et al., (2018) la investigación internacional actual genera complicaciones por sus diversas designaciones y numerosas formas estéticas, disciplinas o tipos de cultura que cambian con el tiempo. Los lími-tes de la política, el entretenimiento, la celebridad y el consumo también inuyen en su construcción social (Kristensen y Riegert, 2017). Como explicaron Jurado-Martín & Ivars-Nicolás, (2019) la sección cultural española de El País, El Mundo y el ABC continúa ofreciendo el mismo interés: “un producto para un lector que no usa o no le interesa usar las posibilidades tecnológicas… La sección Cultura está anclada en el pasado, y corre el riesgo de hundirse con él” (p. 233). Se siguen reproduciendo las tendencias opuestas: “una cultura de élite –acomodada en esta sección–, y otra popular que abandona la sección ‘Cultura’ para ubicarse en la de ‘Sociedad’ (Jurado-Martín, 2019:162). No obstante, nuevos trabajos (Jurado-Martin & Peña-Acuña, 2018, 2021) centrados en la experiencia docente y en las nuevas tec-nologías (de-Lara-González, 2019) abogan por nuevas transformaciones y maneras de llegar al público a través de un contenido que según Arteseros-Valenzuela, (2019) conjetura un cambio en el perl de los lectores culturales. Las nuevas prácticas transme-dia estimulan en este escenario la imaginación sobre las estrategias que ayudarían a seguir consolidando esta especialización periodística (Meza-Noriega, 2021).1.1.1. Sección cultura y periodismo, la encrucijadaSi bien la sección cultural no adquiere tanta relevancia como otras, su importancia es notable dentro del periodismo especializado (Barei, 1999). Las noticias se catalogan en función a los roles socioeconómicos y políticos, teniendo en cuenta las fuentes y los recur-sos formales y estéticos (Fontcuberta-Balaguer, 1993; Jaakkola, 2015; Riegert et al., 2018; Kristensen & Roosvall, 2021). García-Can-clini (2000, 2007) suma a ello los modos de organizar lo local, nacional y glocal. Monjas-Eleta (2013, 2015) lo conrma en la prensa española, sentenciando que el tratamiento periodístico se debate en la adscripción a la sección de Cultura, “lo que implica un mayor nivel de especialización de los redactores, y su inclusión en otras secciones, como las de sociedad o la de información regional” (Monjas-Eleta, 2013: 86). El espectáculo (Jurado-Martín & Ivars, 2019), “la esfera pública, la política del reconocimiento y la socio-
doxa.comunicación | nº 35, pp. 281-309 | julio-diciembre de 2022Sebastián Alberto Longhi-Heredia, José María Morillas-Alcázar y Ángel Hernando-GómezISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978285logía del periodismo cultural” (Kristensen, & Roosvall, 2021: 177), lo local (Jaakkola, 2021) e incluso las dimensiones publicitarias como comerciales (Hovden & Kristensen, 2018) también se insertan en la dialéctica, en donde “las instituciones se han convertido en una de las más importantes fuentes de información cultural” (Rodríguez-Pastoriza, 2006: 95), unidas al trabajo de los freelancers, las agencias de prensas, los corresponsales y los colaboradores sin vínculo laboral con el periódico. El periodismo cultural digital sigue idénticos lineamientos, aunque es el público (mediante su capacidad de selección y discri-minación) quien tiene la última palabra (en base a los criterios establecidos de antemano por el periódico). Como sentencia Leyton-Rivas (2007) el periodista es “un mediador, cuyo punto de vista nunca es neutro” (p. 109), y en esa toma de partido intervienen los ideales de patrimonio. Dicho esto, el periodismo cultural se debe entender y reajustar “en base a las nuevas ten-dencias, las modernas sociedades y los cambiantes lectores” (Zambrano-Morales & Villalobos-Finol, 2010: 73), considerando el “panorama actual de los medios de comunicación culturales en internet” (Monjas-Eleta, 2015:7). Como postuló Zaid, (2006) dar noticias culturales “requiere periodistas que lo vivan, que sepan leer y escribir en ese nivel, con esa animación”. Debe dejarse de lado la dialéctica que opone las culturas, y recordar que con la UNESCO el concepto se vuelve más conciliador (Martínez, 2018) dando lugar al paradigma culturalista dominado por la lógica de las industrias culturales (Carrasco-Campos & Saperas-Lapiedra, (2012). Aquí se abarca la alta cultura como la popular (García-Avilés, 2021) y se da visibilidad a la inmaterialidad tras la Conven-ción para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (UNESCO, 2003). Los aspectos naturales también cobran signica-ción gracias a los tratados y convenciones gestionadas desde UNESCO.Como arma Martínez, (2018) la misión del periodismo cultural es “que el ser humano cultive su más alta manifestación espiri-tual: las artes, cualquiera que el ámbito en que se maniesten, o las manifestaciones culturales que denen e identican a los di-versos pueblos” (p. 68). Históricamente, como lo señaló Rivera (1995) el grueso de los integrantes del periodismo cultural estaba “integrado por intelectuales y artistas orientados vocacional o formativamente hacia esa esfera” (p. 112), tratándose de personas no vinculadas con el periodismo. De allí la necesidad desaante de las nuevas tecnologías (Rivera, 1995, p. 114). El periodismo cultural debe renovarse (García-Avilés, 2021) y aportar “información y entretenimiento a través del transmedia” (San-José-de-la-Rosa & Monjas-Eleta, 2021:85), sabiendo adaptarse a los intereses de la audiencia (Jurado-Martín et al., 2021) y al nuevo ámbito digital (Abejón-Mendoza, 2021; López-García, 2021) para todo tipo de manifestaciones artísticas y culturales. Emerge como una posibilidad de comprensión y es congurado por una suma de detalles (no de anécdotas) interpretados según el punto de vista construido” (Gayà-Morlà et al., 2022:286). Rodríguez-Pastoriza (2021) señaló a propósito que la meta de los pe-riodistas culturales en el escenario digital es la de orientar y formar a los públicos en temas culturales y no fomentar el marketing cultural, ya que el periodismo cultural es una “representación de la realidad en un ecosistema en el que convivirán el papel, la pantalla, lo clásico y lo viral, lo analógico y lo digital (Carrión, 2020).1.2. La prensa digital española: acceso y conanza en los mediosSegún registró Newman et al, (2020) en la publicación del Digital News Report, el índice de credibilidad de los medios en España en 2020 fue de 36%. Menos la mitad de los lectores de la prensa online no conaba en las noticias publicadas, recayendo el mejor índice en El País (54%), El Mundo (52%), y 20 Minutos; este último compartió mismos valores con La Vanguardia, El Periódico y Eldiario.es (49%).
286 | nº 35, pp. 281-309 | julio-diciembre de 2022Prensa cultural en España. Los usos del Patrimonio CulturalISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978doxa.comunicaciónEl informe situó al El País como el medio más consultado en la prensa (23%) seguido de El Mundo (18%) y del 20 Minutos (17%). El socio español del Digital News Report reveló que en 2021 la conanza se mantuvo en España, y que del total de lectores sólo el “36% declara arse de la información en general y el 42% en las noticias que consume regularmente” (Amoedo-Casais et al, 2021). Respecto a la prensa online más leídos en 2021, El País (21%), 20 Minutos (15%) y ElDiario.es (14%) supusieron respecto a años anteriores el adelantamiento de 20 Minutos y ElDiario.es a El Mundo. El índice de conanza registró una caída en 20 Minutos (del 49% en 2020 al 38% en 2021), viendo retroceder la conanza entre sus audiencias de izquierda que de derechas en El Mundo (Kaufmann, 2021).1.3. Prensa digital y redes sociales La (re)producción de discursos patrimoniales en internet pone en evidencia el poder de “disfrute, crítica, denuncia, construc-ción colaborativa para su conocimiento” (Durán-Salado & Ortiz-Lozano, 2017: 287). Con la eclosión de los ‘metamedios’ y la revolución digital (Campos-Freire et al., 2016) se conforma “la arquitectura de la sociedad de la comunicación a través de la que se relacionan millones de ciudadanos, organizaciones y otros actores sociales”(p. 449). Datos actuales demuestran que el acceso a la información mediante las redes sociales se han beneciado de un trato preferente, convirtiéndose en plataformas de gran relevancia en el ecosistema mediático (Bulut & Doğan, 2017). Los lectores escogen Facebook (44%), WhatsApp (34%), YouTube (25%), Twitter (20%), Instagram (17%) y Facebook Messenger (6%) para mantenerse informados (Newman et al., 2020). En 2021 se registró la misma situación con Facebook (39%), WhatsApp (35%) y YouTube (21%). Asimismo, Twitter (19%), Instagram (17%) y Facebook Messenger (5%) conservaron sus posiciones como redes informativas. Contrariamente Telegram (8%), TikTok (3%), Linkedin (3%) no fueron utilizadas para un uso informativo (Moreno, 2021). El Digital News Report España 2021constató que apenas el 24% de los españoles se aba de las noticias publicadas en las redes sociales (Amoedo-Casais et al, 2021). La injerencia del periodismo en Twitter ha sido abordada por numerosas investigaciones (Arce-García et al., 2020; Arrabal-Sánchez & De-Aguilera-Moyano, 2016; Benaissa-Pedriza, 2018; Clua et al., 2018; Hermida, 2010, 2013; Marta-Lazo & Garcia-Idiakez, 2014; Larsson & Hallvard, 2015; Lewis & Molyneux, 2018). Las más actuales versan sobre la transmisión y la percepción de las noticias (Barnidge et al., 2020; Bentivegna & Marchetti, 2018; Hedman, 2020; Hine, 2020; Hous-ton et al., 2020; Marenet, 2013; Oeldorf-Hirsch et al., 2020; Santos-Silva, 2019; Zhang & Ho, 2020), aunque otros trabajos puntuali-zan en las interacciones de los periodistas con otros actores (López-Rabadán & Mellado, 2019; McGregor & Molyneux, 2018; Mills et al., 2020), así como en las nuevas formas de aproximación al campo de estudio (Hermida & Mellado, 2020; Hernández-Fuentes & Monnier, 2020; Jaraba-Molina et al., 2020; Jaraba-Molina & Tejedor, 2020). El centro de interés se agrupa como arma Tong, (2018) en la relegitimación del periodismo cultural en la era digital, aunque en España, según Jaraba-Molina & Tejedor, (2020) los temas culturales se olvidan en Twitter: los periodistas dedicaron pocos tuits a los asuntos culturales, aunque los ciberperiodistas lo hicieron más (p. 12). De la misma manera “los periodistas están más interesados en contenidos relacionados con la sociedad y la cultura que en otros temas (excepto los relacionados con la política)” (Tejedor Calvo et al., 2020:15).Los estudios basados en Instagram por su parte han adquirido un mayor grado de relevancia, concretamente con trabajos en-marcados en el fotoperiodismo (Benaissa-Pedriza, 2018; Borges-Rey, 2015; Maares & Hanusch, 2020); estudio de casos (Mendez et al., 2020; Vázquez-Herrero et al., 2019) y la revisión de estudios (Hermida & Mellado, 2020; Lewis & Molyneux, 2018). En este escenario, las ventajas de la prensa digital de las que habla Jurado-Martín (2019) referente a la hipertextualidad, multimediali-