120 | nº 38, pp. 119-148 |enero-junio de 2024Iniciativas de vericación de datos en el ámbito iberoamericano. Un análisis sexo/géneroISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978doxa.comunicación1. IntroducciónEn el mundo actual, las conocidas coloquialmente como fake news, o noticias falsas, han adquirido relevancia y características especiales que las han convertido un objeto de estudio capital de la Academia en general y de las Ciencias de la Comunicación en particular. Esta situación obedece a múltiples factores; entre ellos, la crisis de intermediación del periodismo a raíz del naci-miento de los entornos de digitales de información (Segura, 2014) y la conformación del sistema híbrido de medios, en la que se diversican los actores y entornos que protagonizan el proceso informativo (Chadwick, 2017). Las nuevas formas de consumo digital, junto a la crisis económica que atravesó crucialmente a los medios desde 2007 (Mayoral, Parratt & Morata, 2019), han conllevado un deterioro de la credibilidad periodística (Newman & al., 2022) que ha dejado a la ciudadanía más expuesta a la desinformación que uye a través de las Tecnologías de la Relación, la Información y la Comunicación (TRICs) y especialmente de las redes sociales. Para la población en general la preocupación por este fenómeno también ha sido creciente. En el espacio europeo, el estudio “Fake News and Disinformation Online” (European Commission; 2018), muestra que el 85% de la ciudadanía considera que las Recibido: 13/04/2023 - Aceptado: 25/10/2023 - En edición: 17/11/2023 - Publicado: 01/01/2024Received: 13/04/2023 - Accepted: 25/10/2023 - Early access: 17/11/2023 - Published: 01/01/2024Resumen: La implantación masiva de las Tecnologías de la Relación, la Informa-ción y las Comunicaciones, especialmente las redes sociales y la modi-cación de hábitos de consumo informativo en un sistema híbrido de medios han desencadenado la proliferación exponencial de noticias falsas. Ante esta situación, se desarrollan iniciativas dedicadas a la ve-ricación de datos, cuya misión es desmontar los contenidos inveraces del discurso político o mediático. El objetivo de este artículo es analizar estas iniciativas en Iberoamérica para conocer sus características aten-diendo especialmente al papel que desempeñan las mujeres en esta nueva profesión, mediante el estudio de caso de los proyectos recogi-dos en el informe anual del censo del Reporters’ Lab (n=54). Los datos muestran que la mayoría se iniciaron en 2018-2019 y siguen activos, están vinculados a la sociedad civil y han creado redes para favorecer la cooperación frente a los poderes establecidos. Las mujeres repre-sentan más de la mitad de la fuerza laboral. Esta investigación cuan-tica, en un contexto laboral y periodístico no paritario, el porcentaje de mujeres vericadoras, y concluye que es mayoritario, incluso en los puestos directivos. Se reexiona sobre cómo este modelo de negocio ofrece oportunidades para la igualdad a pesar del peligroso escenario iberoamericano para el periodismo y las mujeres.Palabras clave: Fact-checking; vericación de la información; desinformación; fake news; análisis sexo-género.Abstract:e massive implementation of Relationship, Information and Communications Technologies, especially social networks, as well as changes in habits of information consumption in a hybrid media system have triggered the exponential proliferation of fake news. To combat this, dedicated fact-checking agencies have been set up, their mission being to debunk untrue content in political or media discourse. e objective of this paper is to analyse fact-checking agencies in Latin America, Spain, and Portugal to learn their characteristics, paying special attention to the role that women play in this new profession, through the case study of all the projects included in the annual report of the Reporters’ Lab census (n=54). e data shows that the majority of projects were established in 2018-2019 and remain active, are linked to civil society and have created networks to foster cooperation against the established powers. Women represent over half of the workforce in these agencies. is study quanties, in a non-equal employment and journalistic context, the percentage of female fact-checkers, and concludes that they are a majority even in management positions. It reects on how this business model oers opportunities for equality despite the dangerous Ibero-American scenario for journalism and women.Keywords: Fact-checking; disinformation; fake news; sex-gender analysis. doxa.comunicación | nº 38, pp. 119-148 | 121enero-junio de 2024María Francisca Montiel Torres y Laura Teruel RodríguezISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978Queda mucho por saber sobre las vulnerabilidades de las personas, las instituciones y la sociedad frente a las sosticadas ma-nipulaciones. Amorós (2018: 65-66) arma que “para que una noticia falsa se convierta en viral, hay que lograr que la emoción prime sobre la reexión” y señala tres elementos clave presentes en los contenidos falsos que hacen caer en la trampa de la desinformación pretendida por quienes las crean: un titular impactante, una revelación que nos rearma o nos indigna y una apariencia legítima y conable. Vosoughi y sus colaboradores (2018) encontraron que las noticias falsas se propagaban signicativamente más lejos, más rápido, más profundo y más ampliamente que las verdaderas en todas las categorías de información. La razón se atribuye a que son más novedosas e inspiraban miedo, disgusto y sorpresa, esto es, apelaban a las emociones. Otro hallazgo interesante fue que los ro-bots aceleran la difusión de noticias verdaderas y falsas al mismo ritmo, lo que implica que las noticias falsas se difunden más que la verdad porque es más probable que los humanos, no los robots, las difundan. En esa línea se sitúan Calvo y Aruguete (2021) para quienes los bulos se viralizan para crear sentimientos de comunidad entre quienes lo distribuyen.Como consecuencia del incremento de la circulación de las noticias falsas y de la facilidad con que las mismas se difunden a través de plataformas digitales, la vericación o chequeo de datos (fact-checking) se ha convertido en una actividad, sobre todo periodística, que ha adquirido gran relevancia lo largo de los últimos años. En palabras de Jane Elizabeth del American Press Ins-titute (Elizabeth, J., 2014) “El objetivo de la vericación de datos debe ser proporcionar información clara y examinada rigurosa-mente a los consumidores para que puedan usarla para tomar decisiones plenamente conscientes en las elecciones de votación y otras decisiones esenciales”. Walter y otros (2020) la denen como la práctica sistematizada de comprobación de las armacio-nes realizadas por personalidades públicas e instituciones y de publicación de los resultados del proceso. Por tanto, su objetivo múltiple es velar por la veracidad de la información difundida sobre todo en redes y plataformas sociales, realizar un escrutinio al poder y transformar la información en conocimiento asumible por los ciudadanos. Para Nyhan y Reier (2015) la vericación contribuye de manera ecaz a la exigencia de responsabilidad de los representantes públicos y a la mejor información de los ciudadanos, algo clave para fortalecer la democracia.Aunque la organización como empresas de estas iniciativas sea reciente, la labor de la vericación de contenidos existe en las redacciones desde mucho antes.La vericación de datos interna o a priori surge como un elemento de calidad en las revistas estadounidenses de noticias en las décadas de 1920 y 1930, y se reere de manera amplia a las rutinas de contraste y precisión para que la información publicada se ajuste a la realidad. Se ha convertido en una parte imprescindible de la rutina profesional de los periodistas especializados cuando trabajan, fundamentalmente, con datos o declaraciones. La vericación externa o a posteriori consiste en publicar un análisis basado en evidencias de la veracidad de una armación política, un informe o cualquier otro tipo de información noti-ciosa (Graves y Amazeen, 2019).Resulta cuando menos curioso que las primeras personas que llevaron a cabo vericación de datos periodística, denominada como tal, fueron mujeres en los años 30 y en el periódico neoyorquino TIME (New York Times, 2017). La primera vericadora de datos de TIME fue Nancy Ford. En las décadas siguientes, convertirse en lo que entonces se llamaba un “vericador” era un paso relativamente bien visto para las mujeres jóvenes que se graduaban de la universidad. El trabajo de vericación se abrió posteriormente a los hombres, y en 1973 TIME contaba con cuatro hombres en este trabajo. 122 | nº 38, pp. 119-148 |enero-junio de 2024Iniciativas de vericación de datos en el ámbito iberoamericano. Un análisis sexo/géneroISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978doxa.comunicaciónde renovación, de ellas 25 eran iniciativas de países latinoamericanos, España y Portugal (International Fact-Checking Network. IFCN, 2023). La cifra sube a nivel general pero (desde los 91 registros) pero baja ligeramente en el ámbito iberoamericano (desde los 27 del año anterior). Hay que señalar que la adscripción genérica de AFP se aplica para cada una de sus implementaciones.Los criterios del Fact-Checking Network’s Code of Principles son similares a los del Duke Reporters’ Lab, pero tienen una misión diferente. Los signatarios vericados del código de la IFCN suelen ser las organizaciones subyacentes a las iniciativas que llevan a cabo vericaciones de datos, incluso cuando éstas realizan múltiples proyectos para diferentes audiencias. La IFCN también despliega asesores independientes para vericar que cada signatario se adhiera rigurosamente a los principios y para ayudar a identicar las organizaciones que cumplen con los más altos estándares editoriales y éticos. El Duke Reporter’s Lab tiene un ob-jetivo más amplio. Identica proveedores, sitios web y programas de vericación de datos individuales, lugares donde el público puede encontrar informes de vericación de hechos conables, incluso cuando esos informes tienen marcas, nombres o URL distintivos. En Europa, la European Fact-Checking Standards Network (EFCSN, 2022), conformada por más de 40 organizaciones europeas de vericación, presentó en noviembre de 2022 su Código de Normas Europeo para Organizaciones Independientes de Verica-ción de Datos. El proyecto está impulsado por la Comisión Europea y establece principios de actuación profesional y transparen-cia para las agencias de vericación de información que operan en la Unión Europea. La Red Europea de Normas de Vericación de Datos abrió su primera ronda de solicitudes para organizaciones que deseen unirse a la misma en enero de 2023.Aunque la vericación se ha convertido en una tarea esencial dentro del sistema de información y comunicación global y como tal objeto de investigación, éstas se centran fundamentalmente en los propios bulos, en las metodologías de vericación, en la actitud de los medios de comunicación y la ciudadanía hacia la propia tarea realizada o incluso en su estructura organizativa (In-ternational Fact-Checking Network. IFCN. 2023). Sin embargo no son abundantes los análisis de las personas que desempeñan la profesión y menos aun los que atienden a si son mujeres u hombres (Funke, 2019), (Global Media Monitoring Project, 2021), (Zippia, 2023).Este trabajo tiene por objetivo principal analizar las iniciativas de vericación de datos en el ámbito iberoamericano: España, Portugal y América Central y del Sur, estudiando los proyectos internacionales ubicados en los países correspondientes, usando el español o el portugués como lengua principal para llevar a cabo sus tareas de vericación. Se busca comprender, como objetivos especícos, primero, dónde desempeñan su actividad estas organizaciones y desde cuán-do y cuál es su organización interna. De esta manera, este trabajo pone en valor las iniciativas de vericación desarrolladas en América Latina, España y Portugal y sistematiza el estudio de su tipología y magnitud. Nos preguntamos por la tipología y trayec-toria de estas iniciativas y su distribución geográca. El segundo objetivo especíco es analizar la presencia de mujeres en sus equipos de trabajo, las tareas que realizan y el grado de responsabilidad que llegan a desempeñar, para avanzar en la investigación sobre igualdad en este nuevo ámbito de la actividad periodística. Los estudios de la profesión periodística han abordado las estructuras laborales fundamentalmente en los medios convencionales y esta aproximación es novedosa al tratarse de un fenómeno reciente que se ha manifestado a través de nuevos modelos de negocio. Nos planteamos, como pregunta de investigación, si las mujeres alcanzan una representatividad laboral mayoritaria en estas empresas y cuál es su posición en las mismas. doxa.comunicación | nº 38, pp. 119-148 | 123enero-junio de 2024María Francisca Montiel Torres y Laura Teruel RodríguezISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978Para sistematizar las tareas realizadas por las personas que trabajan en iniciativas de vericación de datos se han establecido tres categorías: producción/administración, redacción y soporte técnico, con una tarea complementaria, la de formación. En cuanto a la responsabilidad se distinguen los puestos directivos y los no directivos.La técnica metodológica empleada es el estudio de casos en tanto que análisis de las particularidades de cada una de las iniciati-vas de vericación estudiadas, con sus correspondientes tablas de contingencia y relaciones entre variables.Por último, se ha contrastado la proporcionalidad con respecto al sexo del mercado laboral en las iniciativas de vericación de datos con la del mercado laboral general utilizando las estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (Organización Nacional del Trabajo. ILOSTATS; 2023-1, 2023-2, 2023-3).3. Resultados 3.1. Sitios de vericación de datos en el mundoEn junio de 2023 se publicó el décimo informe del Censo global de vericadores del Duke Reporter’s Lab (Duke University Repor-ters’ Lab, 2023). Según este informe a esa fecha se contabilizaron en el mundo 417 sitios operativos en más de cien países. Desde 2018 este número ha crecido un 47% (Tabla 2, Figura 1) si bien el crecimiento se ha desacelerado en los últimos años (Stencel, M. y otros, 2023). Tabla 2. Evolución de las iniciativas de vericación activas201820192020202120222023Total289351401419424417Entran68836734203Salen2117161592Variación anual47665119111Fuente: Duke Reporters’ Lab. Elaboración propia 124 | nº 38, pp. 119-148 |enero-junio de 2024Iniciativas de vericación de datos en el ámbito iberoamericano. Un análisis sexo/géneroISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978doxa.comunicaciónnoticias falsas son un problema real en su país. Además, un 83% cree que los bulos repercuten de forma directa en el desarrollo de la democracia en general y declaran estar especialmente preocupados por la desinformación deliberada dirigida a inuir en las elecciones y en las políticas de inmigración. En el caso de España, es el 88% de la población encuestada el que opina que las noticias falsas son un peligro para la democracia en general y en nuestro país. Para Portugal, el 82% de las personas encuestadas piensa que suponen un peligro para la democracia en general elevándose al 84% en el caso de que este peligro se reera a la democracia en su país. Aunque se desaconseja el uso del vocablo fake news, noticias falsas en castellano, por considerarlo un “oxímoron por la sencilla razón de que lo falso y lo espurio no es noticia sino narrativa de cción” (Rodríguez Pérez, 2019; 67), lo cierto es que se ha vuelto masivo para referirse al fenómeno estudiado. Según el Cambridge Dictionary (2023) fake news son “historias falsas que parecen ser noticias, difundidas a través de internet u otros medios, creadas normalmente para inuir políticamente o como broma” y añade que “existe preocupación sobre el poder de las noticias falsas para afectar los resultados electorales”. El CollinsDictionary (2023) incluye un matiz en la denición del concepto hablando de “información falsa y, a menudo, sensacionalista difundida bajo la apariencia de noticia”. La Comisión Europea incluye las noticias falsas dentro del término global desinformación que dene como “la información vericablemente falsa o engañosa que se crea, presenta y divulga con nes lucrativos o para inducir a error deliberadamente a la población, y que puede causar un perjuicio público” (European Commission; 2018; 3) y se ha posicionado claramente en su contra en los ámbitos económico, social, político y militar. Se trata, en cualquier caso, de contenidos elaborados de forma intencionada a partir de falsedades y que están dirigidos a con-fundir a los lectores (Allcott y Gentzkow, 2017) con dos motivos fundamentales: ideológicos, ya que la confusión creada puede perjudicar a los oponentes políticos o redundar en benecio propio, y económico, porque la desinformación o la transmisión de datos incorrectos puede beneciar las actividades económicas de su promotor o lucrarle directamente. La clasicación de referencia en la materia es la de Wardle y Derakhshan (2017). Estos autores argumentaron que el uso de térmi-nos simplistas como noticias falsas oculta distinciones críticas sobre información incorrecta y maliciosa, la dicotomía verdadero falso camua los matices y por ello establecen un marco que proporciona un modelo para trabajar en diferentes perspectivas: misinformation o información falsa debida a errores involuntarios, disinformation o contenido falso fabricado intencionalmente y malinformation o información manipulada que se basa en la realidad, pero se utiliza y difunde para causar daño. En cualquier caso “no es fácil de identicar muchas veces la desinformación, porque mezcla verdades, habitualmente descontextualizadas, con falsedades” (Wardle y Derakhshan (2017). Posteriormente otros autores (Rubin, y otros, 2015; Salaverría y otros, 2020) am-pliaron la clasicación identicando características más sutiles de los desórdenes informativos o contemplando la importancia de las aplicaciones digitales para crear nuevas manifestaciones como los deepfakes (Mridha y otros, 2021; Gómez y otros, 2021).No cabe duda de que la publicación de contenidos a través de medios digitales ha traído consigo un cambio cualitativo y un aumento cuantitativo de los desórdenes informativos (Journell, 2017). Así, el Global Inventory of Organised Social Media Mani-pulation: e Global Disinformation Order encabezó su informe de 2019 armando que “la propaganda computacional –el uso de algoritmos, automatismos y big-data para perlar la vida pública– se ha convertido en una parte ubicua y que impregna toda nuestra vida diaria” (Oxford Internet Institute, 2021). doxa.comunicación | nº 38, pp. 119-148 | 125enero-junio de 2024María Francisca Montiel Torres y Laura Teruel RodríguezISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978Desde entonces, son muchos los medios de comunicación y plataformas cívicas que han puesto en marcha secciones, grupos de trabajo o espacios dirigidos a la vericación de informaciones publicadas por otros medios, difundidas a través de las redes sociales o declaradas por los principales líderes políticos. Los primeros sitios especializados en la vericación de datos reseñados son Snopes fundado en 1995 (snopes.com) originalmente centrado en leyendas urbanas y e Smoking Gun (thesmokkinggun.com), de 1997, que revisa documentos legales, registros de arrestos y fotos policiales. En 2003 se pone en marcha el sitio de vericación política FactCheck.org, del Centro de Políticas Pú-blicas Annenberg de la Universidad de Pensilvania junto con Brooks Jackson de Associated Press, Wall Street Journal y CNN. Le siguen, entre otros, PolitiFact en 2007 como proyecto de e Tampa Bay Times, Les Décodeurs en Francia en 2009, vinculado a Le Monde, el blog BILDblog en Alemania en 2004, BBC Reality Check en Reino Unido, Pagella Politica en Italia o Maldito Bulo en España. En Latinoamérica la iniciativa pionera es Chequeado de Argentina, activa desde 2010.A nales de 2017 se lanzó la iniciativa e Trust Project (thetrustproject.org), en la que participan grandes empresas tecnológicas como Google, Facebook, Twitter o el buscador Bing así como medios de comunicación y fundaciones cívicas para aumentar la transparencia y la conanza en los medios de comunicación, mostrando sus fuentes y sus procedimientos para actuar como un indicador de veracidad de las noticias que amplía la información contextual.Para analizar la actividad global en vericación de datos se crea el Duke Reporters’ Lab, un centro de investigación periodística de la Sanford School of Public Policy de la Duke University (Duke University Reporters’ Lab, 2023). Sus principales proyectos se cen-tran en la vericación de datos, pero también investigan ocasionalmente la conanza en los medios de comunicación y temas a-nes. Está nanciado por fundamentalmente por la Cátedra Knight, así como por la Fundación Knight, la Google News Initiative, el Facebook Journalism Project y Craig Newmark. Entre sus colaboradores destacan e Washington Post, PolitiFact, FactCheck.org y otros vericadores de datos; Google, Facebook, YouTube, Schema.org, Jigsaw y otras organizaciones tecnológicas; el colec-tivo de desarrollo de software Bad Idea Factory; investigadores y cientícos informáticos de la Duke University, la Universidad de Texas en Arlington y Digital Democracy, una iniciativa del Cal Poly’s Institute for Advanced Technology and Public Policy; la Red Internacional de Vericación de Datos y otros. En 2014 se presenta un producto especialmente interesante para este trabajo: la base de datos global de sitios de vericación de datos, mantenida por el DeWitt Wallace Center for Media & Democracy de la Universidad de Duke, que ofrece información textual y en forma de mapa. A ella puede accederse libremente, siendo ampliamente utilizada en investigaciones académicas (Vizoso, A. y Vázquez-Herrero, J. 2019, Rodríguez Pérez, C; 2020).Esta base de datos y su mapa vinculado se mantiene actualizada periódicamente y anualmente se emite un informe resumen del comportamiento de los sitios globales de vericación, incluyendo activos e inactivos, que se reseñan por separado. Un caso es-pecial es el de los proyectos que realizan principalmente vericaciones de datos durante las elecciones que permanecen activos si tienen un historial de vericación en múltiples ciclos electorales.En 2015 se creó la International Fact-Checking Network, IFCN, (Red Internacional de Vericación de Datos) (International Fact-Checking Network. IFCN, 2016) una unidad del Instituto Poynter cuyo objetivo es reunir a periodistas que se dedican a la vericación de datos a nivel internacional promoviendo las buenas prácticas y el intercambio de información en este campo. En septiembre de 2023 el listado de signatarios del IFCN Code alcanzaba a 109 iniciativas de vericación activas o en proceso
126 | nº 38, pp. 119-148 |enero-junio de 2024Iniciativas de vericación de datos en el ámbito iberoamericano. Un análisis sexo/géneroISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978doxa.comunicaciónY por último, comparar la brecha de género detectada en las iniciativas de vericación activas con la correspondiente al mer-cado laboral en los países estudiados. Nos interesa saber si la brecha de género presenta los mismos patrones en el campo de la vericación.2. MetodologíaPara la realización de este trabajo se ha utilizado el Censo de iniciativas de vericación de la información elaborado por el Re-porters’ Lab de la Duke University (Duke University Reporters’ Lab, 2023) y la base de datos pública de estadísticas laborales de la Organización Nacional del Trabajo (ILOSTATS, 2023). El Reporters’ Lab cuenta con un espacio web actualizado en el que, a través de un mapa, sitúa geográcamente las iniciativas de vericación de datos existentes en el mundo. Se realiza una aproximación estadística original a partir de estas fuentes complementando estos datos secundarios con los primarios obtenidos directamente por las investigadoras de los web-sites de las propias iniciativas, los cuales dotan de un valor añadido a esta investigación. El criterio de selección empleado para la delimitación de la muestra ha sido el país donde se ubican los medios o proyectos de vericación. Se han abarcado 15 países de América y Europa: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecua-dor, España, Guatemala, Méjico, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela. La información recopilada y analizada atiende a la fecha en que iniciaron su actividad y si la siguen desarrollando, manteniéndose activos en el tiempo, a qué tipo de organizaciones están vinculadas, sean organizaciones periodísticas, instituciones académicas o proyectos cívicos o independientes, de elaboración propia han sido los datos correspondientes a la composición de sus equipos de trabajo, tanto en el número de personas como en las tareas que llevan a cabo. Una vez localizados los medios de comunicación que cumplen con el criterio de selección se les aplicó a todos ellos una cha de análisis en la que se recogieron las variables siguientes (Tabla 1): Tabla 1. Variables consideradasNombre de la iniciativaPaísCiudadSoporte (URL)Vinculación general del promotor principalPromotor especícoAño de fundaciónTamaño del equipo de trabajoMujeres y hombres que lo componenActividad realizada por cada una de las personasSignatario del Código IFCNFuen