20 | nº 39, pp. 19-36 |julio-diciembre de 2024La formación de comunicadores en clave de la inter y transdisciplinariedad para actuar en un mundo digitalizadoISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978doxa.comunicación1. IntroducciónLa comunicación es una ciencia y un campo de estudio estrechamente vinculado a otras disciplinas. Esta particularidad le con-ere relevancia y pertinencia social al ser el eje de la investigación sistemática de los problemas más relevantes de carácter social, disciplinar, interdisciplinar, transdisciplinar y post-disciplinar. El objeto de estudio de este campo profesional ha estado tradicionalmente vinculado al comportamiento y la acción humana, proporcionando explicación e interpretación de los fenó-menos culturales y sociales. En los últimos años, la disciplina se ha vuelto cada vez más interdisciplinar (Pozo Vinueza et al., 2017) y transdisciplinar (Vásquez Sánchez et al., 2022), abordando cuestiones en conjunción con otras ciencias. Esto ha dado mayor relevancia a la labor desarrollada por las universidades en tres ámbitos: docencia-investigación, docencia-campos e investigación-campos.En la era digital de la globalización, la comunicación es el proceso de construcción de signicados ciudadanos, creación de ima-ginarios y producción y circulación de contenidos. Sirve como medio de articulación de procesos sociales que tienden puentes entre diversos actores y facilitan la transformación cultural. La dimensión comunicativa contribuye al desarrollo cultural, social y económico de la sociedad y de las organizaciones a las que sirve. La comunicación se considera una disciplina, una ciencia o un campo interdisciplinar. Algunos sostienen que no hay propósitos comunes que las unan, ni temas controvertidos que las dividan. La transformación de los procesos de comunicación requiere el desarrollo de nuevas competencias que faciliten las operaciones dentro de las empresas y en el entorno más amplio, lo que se traduce en un mayor valor e impacto en la creación de soluciones. Es importante tener un enfoque global y transdisciplinar, estudiando las cuestiones y los problemas junto con otras disciplinas, culturas, tecnologías, artes y experiencias vitales en el complejo y globalizado mundo actual.Internet ha penetrado el mercado, con 5.16 billones de personas en el mundo (64,4% de la población) y 39,34 millones de co-lombianos (75,7% de la población) que lo utilizan. La relevancia de los teléfonos inteligentes también ha aumentado, con una penetración global del 105,6% y del 141,8% en Colombia (Hootsuite, 2023). Esto pone de maniesto la necesidad de incorporar estos conocimientos en los procesos de formación de las diferentes carreras académicas. Las TIC median en diversos aspectos de la vida cotidiana, como el acceso a la información, la comunicación, el entretenimiento, la educación, los procesos productivos y los modelos de negocio. Por lo tanto, es importante reexionar sobre cómo la tecnología se integra en el proceso de formación y base en su relevancia en cada una de las cinco regiones colombianas, escogiendo las tres universidades más prestigiosas de cada región. El principal hallazgo del estudio es que el currículo carece de coherencia y organización lógica, lo que diculta el desarrollo de un modelo de uso y apropiación de las tecnologías. La convergencia de metodologías pedagógicas y didácticas en el ambiente de aprendizaje es tímidamen-te explorada. El constructivismo social prioriza un esquema de resolu-ción de problemas.Palabras clave:Educación; comunicación; universidad; formación digital; competencias.universities in each region being chosen. e study's main nding is that the curriculum lacks coherence and logical organisation, hindering the development of a model for the use and appropriation of technologies. e convergence of pedagogical and didactic methodologies in the learning environment is only timidly explored. e problem-solving approach is prioritised by social constructivism.Keywords: Education; communication; university; digital training; competences. doxa.comunicación | nº 39, pp. 19-36 julio-diciembre de 2024Andrés Barrios-RubioISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978| 21 cómo los planes de estudio pueden proporcionar herramientas teóricas y prácticas para preparar a los futuros profesionales para el cambiante panorama de su campo.La práctica educativa demuestra que es necesaria una base teórica para la lógica de las relaciones, las prácticas y el diseño de los procesos comunicativos. Esta interrelación entre sujetos va más allá de lo instrumental. El uso, la apropiación y el acceso a las herramientas tecnológicas pueden ser factores de exclusión y generar profundas diferencias entre los distintos estratos de la población. El dispositivo de pantalla es el centro del consumo y la forma en que los ciudadanos interactúan con su entorno (Barrios-Rubio & Gutiérrez-García, 2022). Es objeto de constante discusión y reexión, ya que recongura las interacciones, las relaciones sociales y los puntos de inserción en la ciudadanía colectiva. El dispositivo pantalla sirve de ágora discursiva que aglu-tina aportaciones interactivas para mejorar el conocimiento de la realidad circundante (Torres Velandia et al., 2010).La convergencia de los medios de comunicación tradicionales con los nuevos medios, los web-media, los app-media y los me-dios sociales ha creado un escenario para promover conocimientos y habilidades que permitan una evaluación crítica de los productos mediáticos y no mediáticos, que conforman nuestra percepción del mundo (Barrios-Rubio & Gutiérrez-García, 2022; Silva-Capa & Martínez Delgado, 2017; López-Gil, 2016). El uso de la tecnología en la educación es cada vez más frecuente (Ba-rrios-Rubio & Fajardo, 2017; Aguilar, 2012). Por ello, es importante incorporarla a las estrategias pedagógicas como soporte fun-damental del proceso de enseñanza-aprendizaje (Cruz Pérez et al., 2019). Esto implica explorar la tecnología como mediadora del conocimiento y promover una reexión educativa que vaya más allá del mero conocimiento instrumental (Barrios-Rubio & Fajardo, 2019).Las aulas universitarias reúnen a estudiantes de la generación digital, conocidos como centennials y alfas, que incorporan ac-tivamente la competencia tecnológica en la relación enseñanza-aprendizaje (Cruz Pérez et al., 2019). La proyección cognitiva responde a los procesos básicos de maduración de los estudiantes y fomenta la interacción, la discusión y el cuestionamiento de las bases del conocimiento (García-Rangel et al., 2014). Aprender a aprender en los espacios académicos desde los postulados de la educación moderna implica la participación de múltiples actores, nuevas prácticas en el quehacer profesional y la imple-mentación de estrategias de pensamiento de diseño. El uso de la tecnología y los cambios individuales y colectivos pueden pro-fundizar la comprensión de los problemas de la disciplina (Lévy, 2007). El proceso de enseñanza-aprendizaje ha sufrido cambios que adoptan nuevos paradigmas para la adquisición y construcción sólida del conocimiento (Tünnermann, 2011). Estos cambios conducen a una formación que modica los procesos lógicos de maduración.El aula es un contexto importante para interpretar la realidad. Se relaciona con otros contextos socioculturales fuera del aula (Fuentes-Amaya, 2002). El salón ya no es una estructura física cerrada, sino un espacio que se abre al mundo cultural y real de una sociedad hiperconectada. La tecnología se integra con el objetivo de mejorar la calidad del proceso educativo. Se proponen ac-tividades para los alumnos basadas en relaciones y prácticas para acceder al conocimiento (Zambrano et al., 2010). La reexión sobre la tecnología en el ecosistema educativo es crucial para entender cómo se apropian críticamente las herramientas digitales, lo que conduce a mejoras signicativas en el conocimiento, la calidad y la eciencia en la formación profesional. 22 | nº 39, pp. 19-36 |julio-diciembre de 2024La formación de comunicadores en clave de la inter y transdisciplinariedad para actuar en un mundo digitalizadoISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978doxa.comunicación1.1. Eclosión de la comunicación en el ecosistema digitalLa comunicación es un campo de estudio interdisciplinar y transdisciplinar (Vidales Gonzáles, 2017). Ha adquirido una rele-vancia creciente en el ecosistema social casi completamente digitalizado. El foco de actuación de la disciplina es el análisis y la interpretación de la ciudadanía colectiva en un entorno en el que la tecnología sirve de eje articulador de la interacción entre los individuos y entre éstos y los estamentos políticos, económicos y sociales. Esto delimita el foco de acción de la disciplina con otras ciencias (Márquez-López et al., 2016). El papel del comunicador se ve inuido por los cambios que la tecnología está introduciendo en la profesión y en la sociedad. Están a la vanguardia de la esfera digital, responsables de diseñar estrategias de comunicación tanto para plataformas tradicionales como digitales.Desde una perspectiva interdisciplinar, la comunicación implica tres aspectos: producir, hacer circular y consumir productos comunicativos. Estos productos deben entenderse en el contexto de la cultura, la sociedad, el mercado y otras formas de inter-cambio simbólico, así como en la dinámica entre lo global y lo local. La comunicación es un proceso que implica tres momentos clave. Estos momentos requieren que los actores lleven a cabo acciones, destinadas a construir y hacer circular signicados y formas de representación de la realidad. Estas acciones están mediadas por diferentes dispositivos creados por la cultura, como las tecnologías, la organización social, política y económica, las ideologías, entre otros (Pérez-Tornero & Pedrero-Esteban, 2020). Todos los aspectos de la vida social se entrecruzan en el ámbito de la comunicación, donde la interacción sirve tanto de escenario para las mediaciones como de eje mediador en la formación de las relaciones sociales (Riveros Solórzano, 2020).En la comunicación académica, es importante reconocer la constante evolución del entorno en el que operamos. Esto incluye la necesidad de adaptarse a los cambiantes esquemas de interacción y canales profesionales. Como señalan Casero-Ripollés y García-Gordillo (2020), los cambios estructurales y funcionales nos obligan a menudo a reinventar nuestras estrategias de co-municación. Además, surgen nuevas prácticas sociales que se adaptan a los dispositivos individuales y facilitan nuevas formas de intercomunicación. El mercado laboral actual requiere profesionales capacitados en transmedia (Robledo-Dioses & Atara-ma-Rojas, 2018). Estas personas están facultadas para llegar a un público formado por las nuevas generaciones, que disponen de nuevas coordenadas espaciotemporales que delimitan el espacio virtual y tienen acceso al mundo a través de la tecnología.El profesional de la comunicación en formación debe comprender la dinámica de investigación, conceptualización, interpreta-ción, correlación, producción, realización, narración, posproducción, promoción, distribución, exhibición y comercialización que exige el entorno digital. El futuro profesional debe ser competente en el trabajo con cada medio y responder a las necesi-dades de producción, distribución y consumo de contenidos como estratega. El gestor de proyectos de comunicación conduce al sujeto hacia una acción planicada (Barrios-Rubio & Pedrero-Esteban, 2021). Los mecanismos de mediación se utilizan para potenciar, redimensionar, bloquear o permeabilizar las relaciones constitutivas de los grupos, tanto interna como externamente. Esta coyuntura relacional permite campos de estudio sociológicos y culturales a nivel social (Jenkins, 2006). Se debate el papel de las mediaciones en la relación entre los sujetos, el entorno, los medios de comunicación y el contexto.A la luz de una revolución que refuerza el axioma de McLuhan (1967), ahora es más importante que nunca reconocer que el me-dio –ya sea la tecnología, un dispositivo o una interfaz– da forma al mensaje. Por lo tanto, el reto de los programas universitarios es producir contenidos originales, rigurosos y ables que se adapten al entorno contemporáneo. Esta biósfera se caracteriza por el paso de la linotipia a los medios web, de la radio a la sonosfera digital, de la televisión al vídeo a la carta y de la publicidad doxa.comunicación | nº 39, pp. 19-36 julio-diciembre de 2024Andrés Barrios-RubioISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978| 23 tradicional al below-the-line (BTL). Para los profesionales de la formación es esencial saber pronunciar discursos e interpretar el contexto sociocultural para ayudar a la audiencia a comprender la complejidad del mundo en que vive. Se trata de un proceso productivo en el que cada cual busca su espacio en el entorno digital. No se trata sólo de ser conocido, sino también de ser recor-dado como alternativa de uso, producción y consumo a través de múltiples plataformas.El panorama presentado esboza una reconsideración de la labor profesional de los comunicadores para satisfacer las necesida-des del mercado. El entorno laboral actual requiere profesionales con competencias transmedia y lógicas habilidades de difusión transversal que conciban las tecnologías más allá del conocimiento instrumental. Se trata de un reto interesante que abre múlti-ples campos de actuación y revitaliza una disciplina que parece haber perdido credibilidad y popularidad entre los más jóvenes. Según ZipRecruiter (2023), el 87% de las personas se arrepienten de haber estudiado periodismo y el 64% de haber estudiado comunicación. Desconexión académica que postula una hipótesis: los programas de formación profesional no han asumido totalmente que la comunicación se ha transformado y adaptado a nuevos campos de acción a consecuencia de las dinámicas de acción propias de un mundo cambiante debido a la llegada de la tecnología. Sin embargo, los estudiantes siguen reduciéndola al conocimiento instrumental y a la fama o reconocimiento que puede proporcionar. Este trabajo pretende identicar los com-ponentes de los planes de estudio y cómo las universidades pretenden implicar a los estudiantes en campos de acción más allá del componente mediático.El profesional de la comunicación del futuro, que actualmente se forma en las aulas universitarias, debe emplear estrategias basadas en fundamentos teóricos y conceptos investigativos que posibiliten la intervención social u organizacional, utilizando componentes tecnológicos para transformar el quehacer profesional. Para orientar el desarrollo del estudio propuesto, se han formulado cuatro preguntas que facilitarán la comprobación o refutación de la hipótesis: ¿Cuáles son los componentes comunes y divergentes de los currículos de comunicación? ¿Cómo se evidencia que la teoría es el fundamento del conocimiento instru-mental dentro de las carreras de comunicación? ¿Queda clara la interdisciplinariedad de la comunicación con otras ciencias y disciplinas en el proceso formativo? ¿Ofrece el campo profesional de la comunicación oportunidades de empleo estables o fomenta la creación de empresas de comunicación?2. MetodologíaLas universidades, a través de sus grados de comunicación, investigan la viabilidad de planes de estudio innovadores que abor-den la conectividad y la convergencia tecnológica para afrontar los retos de la disciplina. Esto se logra a través del diseño de contenidos comunicativos disruptivos, utilizando un enfoque de prueba y error. Esta investigación pretende reexionar sobre el impacto de la tecnología en la formación de comunicadores para su labor profesional. Se centra en cómo los actores académicos se apropian, conciben y utilizan la tecnología en los planes de estudio. La investigación se llevó a cabo mediante un método cualitativo, principalmente a través del estudio de casos. También se utilizó, en menor medida, el análisis cuantitativo de las frecuencias repetitivas en los planes de estudio. La técnica exploratoria aplicada consistió en analizar la estructura del plan de estudios, el contenido de las asignaturas y los objetivos de formación.El corpus de estudio estaba formado por 15 planes de estudios, y los contenidos de los programas de cada asignatura que se descargaron directamente de la página web del programa en marzo de 2023. Utilizando un método comparativo, revisamos los 24 | nº 39, pp. 19-36 |julio-diciembre de 2024La formación de comunicadores en clave de la inter y transdisciplinariedad para actuar en un mundo digitalizadoISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978doxa.comunicaciónaspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje. Registramos los nombres de las asignaturas de cada fundamento, el número de horas lectivas y su peso en créditos académicos, el semestre en el que se incluyen, los núcleos teóricos a desarrollar y las com-petencias y habilidades que pretenden proporcionar al estudiante en una matriz diseñada en Excel. La investigación permitió identicar patrones y categorías comunes, dando como resultado un resumen de tendencias que revelan una serie de señales e indicadores que orientan los currículos de comunicación y periodismo en las universidades colombianas.Los criterios de selección se basaron en la distribución regional y la composición geográca del país, y se eligieron las tres insti-tuciones con los planes de estudios de comunicación más reconocidos por el número de estudiantes inscritos (Min. Educación, 2022). La muestra estuvo compuesta por: Las universidades ubicadas en la Zona Central son la Ponticia Universidad Javeriana, la Universidad de la Sabana y la Universidad Externado de Colombia. Las universidades ubicadas en la Zona Norte son la Univer-sidad del Norte, la Universidad Sergio Arboleda y la Universidad Tecnológica de Bolívar. Las universidades situadas en la Zona Sur son la Universidad Autónoma de Occidente, la Universidad del Valle y la Universidad Santiago de Cali. Las universidades ubicadas en la Zona Oriental son la Universidad Autónoma de Bucaramanga, la Universidad Francisco de Paula Santander y la Universidad de Pamplona. Las universidades situadas en la Zona Occidental son la Universidad Ponticia Bolivariana, la Univer-sidad de Medellín y la Universidad de Manizales.La muestra recogida proporcionó información sobre los niveles de signicación aplicados por las instituciones en la construc-ción de sus planes de estudio. Se analizaron las relaciones, prácticas y diseños pedagógicos para interpretar cómo se aborda, interpreta y concibe la tecnología. El uso de las TIC en la educación profesional dentro de un campo disciplinar tiene valor pe-dagógico. La perspectiva interpretativista (Tabla 1) permite analizar las lógicas interaccionales y comunicativas que contribuyen a la construcción de signicados intersubjetivos implícitos en el currículo (Bonilla & Rodríguez, 2005). Sandin (2003) dene un fenómeno social que implica la interacción de conceptos, prácticas, diseño y relaciones en el proceso pedagógico, mediado por el conocimiento instrumental dentro de un hábitat especíco.Tabla 1. Categorías de análisisCategoríaQué buscaConcepciónLas corrientes de pensamiento que estructuran el currículo. Los campos de conocimiento comunes en el plan de estudios. Elementos divergentes que constituyen un campo o propuesta de valor en relación con la competencia.PrácticaEl desarrollo de componentes curriculares implica la apropiación y explotación de la tecnología. Esto incluye prácticas relacionadas con el uso y el consumo de tecnología.DiseñoLa estructura del plan de estudios debe incluir elementos tanto disciplinares como interdisciplinares. Esto ayudará a conectar conocimientos y a mejorar la formación y el campo de acción del comunicador.RelacionesFormación para el empleo en el ámbito laboral y fomento del espíritu emprendedor o el desarrollo empresarial desde instituciones académicas.Fuente: elaboración propia doxa.comunicación | nº 39, pp. 19-36 julio-diciembre de 2024Andrés Barrios-RubioISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978| 25 El análisis de las categorías esbozadas en la Tabla 1 determinará si el comunicador en formación está siendo preparado para satisfacer las demandas del mercado y operar en el entorno digital actual. El currículo debe incorporar tecnología que genere nuevas estéticas y formas de interacción, que denan y den forma a las reconstrucciones y redeniciones de los procesos tecno-lógicos. El objetivo de esta educación es formar profesionales capaces de crear propuestas de comunicación tanto para entornos digitales como convencionales. Estas propuestas deben combinar componentes teóricos y prácticos para desarrollar ecazmen-te su trabajo.3. Resultados, análisis y discusión3.1. Noción formativa del comunicadorEl proceso de investigación utilizó una matriz de trabajo que clasicaba a los sujetos en seis bloques de trabajo distintos, a saber: –Fundamentación Básica: Las asignaturas de este bloque contribuyen a la formación integral del estudiante, incrementan su competencia académica y ayudan a consolidar su vocación. El bloque conduce a la apropiación de elementos teóricos y conceptuales, métodos y problemas básicos de las ciencias que sustentan la profesión. –Fundamentación Especíca: Esta base está diseñada para dotar a los estudiantes de los conocimientos, herramientas y habi-lidades de comunicación necesarios para sobresalir en su trabajo profesional. Consta de varios componentes:▪Social: Este apartado abarca los procesos comunicativos en las diferentes culturas y permite desarrollar políticas de inter-vención comunicativa que contribuyan a mejorar el tejido social.▪Mediático: Esta sección proporciona un apoyo teórico y conceptual que acompaña el trabajo práctico de los profesionales y les prepara para trabajar en los medios de comunicación tradicionales. ▪Organizacional: Este campo desarrolla los conceptos y principios fundamentales de la comunicación estratégica integral como herramienta de gestión en las organizaciones.–Fundamentación Tecnológica: Permite reexionar sobre la tecnología y su impacto en los cambios sociales, culturales, eco-nómicos y políticos, los retos éticos que plantean estas tecnologías en el trabajo del comunicador.–Fundamentación Investigativa: Espacio académico que supone abordar y tratar los problemas especícos tanto de la comu-nicación como de la sociedad en general.–Fundamentación Inter y transdisciplinar: La nalidad de una base inter y transdisciplinar es contribuir a la formación inte-gral de los estudiantes y estimular su interés y capacidad de reexión y análisis en temas que van más allá de las especicida-des de su disciplina o profesión.–Idioma Extranjero: Capacidad demostrada en una segunda o tercera lengua.El análisis del corpus de estudio revela una comprensión global del plan de estudios, que diere en pequeños enfoques concep-tuales adaptados a las especicidades de la región en la que se ubica el programa. El diseño y la expresión del plan de estudios (véase la gura 1) sugieren una dedicación a la formación integral que abarca dimensiones éticas, estéticas, losócas, políticas 26 | nº 39, pp. 19-36 |julio-diciembre de 2024La formación de comunicadores en clave de la inter y transdisciplinariedad para actuar en un mundo digitalizadoISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978doxa.comunicacióny sociales, así como el desarrollo de competencias profesionales. Sin embargo, no se da prioridad a la investigación ni a los cono-cimientos de una segunda lengua. En general, se hace un esfuerzo concertado por desarrollar tanto las competencias expresivas y ciudadanas como las especícas del ámbito de la comunicación. Estas competencias se vuelven cada vez más complejas a medida que el proceso de formación avanza a lo largo de los semestres, lo que exige que los comunicadores posean una mayor profundidad de conocimientos, métodos y capacidades. En general, las propuestas académicas se apoyan en los temas desarro-llados y en la oferta de actividades abiertas de carácter académico, cultural, deportivo y recreativo.Figura 1. Matriz de composición de los planes de estudio