CfP Entornos digitales y salud mental en jóvenes: desafíos y oportunidades
Descripción:
Los entornos y plataformas digitales, como redes sociales y servicios de mensajería instantánea, han transformado la manera en que interactuamos y nos comunicamos, facilitando que los usuarios compartan, discutan e intercambien contenido a través de sus dispositivos. Estas plataformas se han convertido en una parte fundamental de la vida de jóvenes y adolescentes, brindándoles espacios para la construcción de su identidad, así como conectarse con sus pares y con audiencias más amplias (Kietzmann et al., 2011). Esta interacción entre socialización y entornos digitales es general, ya que más del 80% de los jóvenes europeos utilizan Internet a diario para participar en redes sociales (Eurostat, 2022).
El impacto del uso de redes sociales en la salud mental y el bienestar se hace, por tanto, especialmente evidente en menores y jóvenes. Durante la adolescencia, se producen una serie de cambios biológicos, psicológicos y sociales, entre los que destacan el desarrollo de comportamientos orientados a la autorregulación emocional, el control de impulsos y la construcción de una identidad propia (Zacarrés et al., 2009), entre otros. A su vez, se acentúa la relevancia del contexto social y la aceptación por parte sus pares, lo que hace que los adolescentes se preocupen más por cómo son percibidos por sus iguales y por la comunidad en general. Esta preocupación se amplifica con la exposición constante en redes sociales, lo que influye directamente en el proceso de formación de su identidad (Blakemore & Mills, 2014). Dichos cambios hacen que esta etapa sea especialmente vulnerable aciertos riesgos relacionados con la presencia digital, incluidos los trastornos de salud mental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que uno de cada siete adolescentes, de entre 10 y 19 años (14%), padece algún trastorno mental a nivel global (OMS, 2022). Uno de los ejemplos más alarmantes del incremento de los problemas de salud mental en jóvenes, y su relación con las redes sociales, es el fenómeno de las autolesiones. La Asociación Española de Pediatría (2022) y la Fundación ANAR (2020 y 2023) alertan sobre el notable ascenso de las autolesiones entre los menores, especialmente después de las medidas adoptadas para frenar la COVID-19. Se calcula que un 18% de los menores se infligen autolesiones antes de los 18 años (Asociación Española de Pediatría, 2022) y con el regreso a las aulas tras el período de confinamiento, en 2020, las autolesiones en adolescentes se incrementaron un 246,2% respecto al año anterior (ANAR, 2020 y 2023).
Las autolesiones en adolescentes comienzan desde edades muy tempranas, alrededor de los 11 años, siendo más común entre los 14 y 17 años (American Psychiatric Association, 2023). Estas conductas de autolesión se utilizan como estrategias para regular emociones difíciles, como la ansiedad, angustia, estrés, frustración o ira, cuando no se dispone de otras herramientas para gestionarlas. Sin embargo, muchos de estos jóvenes acaban creando comunidades digitales en redes sociales dónde comparten su dolor físico y emocional (Martínez-Pastor et al.,2023, Martínez-Pastor y Gaete-Salgado, 2023, Martín Muñoz y Atauri Mezquida, 2024).
Además, las redes sociales han sido identificadas como un posible factor de riesgo para los problemas de salud mental en jóvenes, debido principalmente al tiempo excesivo que pasan en línea y a la exposición a determinados tipos de contenido (Huang, 2017; Dooley et al., 2019). No obstante, también se reconocen como una herramienta valiosa para mejorar la alfabetización en salud mental y fomentar conductas de búsqueda de ayuda (Naslund et al., 2020; Zabaleta et al., 2023). Además, si bien el uso de Internet puede servir inicialmente como un mecanismo de afrontamiento y regulación del estado de ánimo frente a síntomas depresivos preexistentes, con el tiempo puede derivar en un uso problemático (Gámez-Guadix, 2014).
Por tanto, la detección temprana y la prevención de problemas de salud mental resultan más efectivas cuando se enfocan en la población adolescente (Solmi et al., 2022) y emplean los soportes y lenguajes que ellos mismos utilizan. Dado el tiempo considerable que pasan conectados a las redes sociales, resulta esencial comprender tanto los riesgos como los beneficios que su uso puede conllevar. En este contexto, los medios digitales, como agentes de socialización en la sociedad actual, pueden influir significativamente en las conductas de los jóvenes y en la sociedad en general. Esta influencia mediática puede tener un efecto preventivo, conocido como el efecto papágeno, o bien ser perjudicial, produciendo un efecto contagio, también denominado efecto Werther (Niederkrotenthaler et al., 2010).
Se invita a presentar trabajos que empleen una variedad de metodologías, incluyendo encuestas a gran escala, análisis de contenido de las redes sociales, entrevistas en profundidad, grupos focales, estudios de caso, estudios longitudinales, análisis comparativos y diseños de métodos mixtos. Se valorarán especialmente aquellos estudios que combinen enfoques cuantitativos y cualitativos para ofrecer una visión integral del fenómeno. Asimismo, se anima a los autores a explorar nuevas metodologías que permitan profundizar en la comprensión de los mecanismos subyacentes a la relación entre el uso de las redes sociales y la salud mental en adolescentes.
Ejes temáticos
Este número especial tiene como objetivo explorar el vínculo entre el uso de las redes sociales, las comunidades digitales y el bienestar de la juventud, con especial énfasis en los riesgos y beneficios para la salud mental. Desde una perspectiva interdisciplinaria, invitamos a investigadores, grupos de investigación y académicos a presentar artículos originales que aborden alguno de los siguientes temas (sin limitarse a ellos):
- Impacto del uso de redes sociales en el bienestar psicológico y emocional de la juventud.
- Estrategias de comunicación para prevenir problemas de salud mental en entornos digitales.
- Comunidades digitales en torno a problemas de salud mental: autolesiones, trastornos de la conducta alimentaria, etc...
- El papel de la identidad digital en la adolescencia y su relación con la autoestima y la autopercepción.
- Ciberacoso y sus efectos en la salud mental. Adicciones digitales y salud mental. Influencers en redes sociales y su impacto en la autopercepción y salud mental de los adolescentes.
- Intimidad y privacidad en redes sociales y su relación con el bienestar emocional.
- Representación de los problemas de salud mental en los medios y redes sociales: mitos, realidades y consecuencias.
- Moderación de contenidos en redes sociales.
- Regulación y autorregulación de las redes sociales.
Palabras Clave:
Adolescencia y salud mental; salud emocional; riesgos digitales para jóvenes; regulación y autorregulación de las redes sociales; conductas de riesgo autolesiones; anorexia; bulimia; retos; desigualdad de género en salud mental.
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